A la hora de contratar un seguro de coche es fundamental considerar la edad del vehículo: seleccionar la opción que más convenga es una buena oportunidad para ahorrar en la póliza.
Contratar el seguro para coche que más se ajusta a las necesidades implica un período de análisis y comparación que ayudará a dar con la opción que más se adapta a lo que realmente necesitas. Más allá del precio de la póliza, que suele ser uno de los primeros elementos que llaman la atención, hay que tener en cuenta una serie de cuestiones muy importantes a la hora de escoger la opción idónea.
Así como no todos los vehículos son iguales, las coberturas de las aseguradoras también varían en función de muchos factores: por ejemplo, el modelo del vehículo a asegurar, el perfil del conductor, o la antigüedad del coche. Este último elemento merece un análisis exhaustivo: un vehículo nuevo no requiere una póliza igual a la que necesita un coche de segunda mano, por lo que lo ideal es analizar cada caso de forma individual.
Ahora bien, si el coche tiene más de 10 años puede que no sea fácil contratar un seguro a todo riesgo y que, con frecuencia, encuentres con que la aseguradora ofrece ampliar una póliza a terceros con complementos en caso de incendio o rotura de lunas, por ejemplo. ¿La razón? Si la compañía supone que el vehículo puede estar muy deteriorado, limitará la cobertura o elevará mucho la prima anual a pagar. Por tanto, es posible que no resulte atractivo contratar una cobertura de este tipo para un coche de segunda mano.
¿Merece la pena un todo riesgo para un coche de segunda mano?
Dado que la edad del coche impacta en el precio de la póliza y en las condiciones que las aseguradoras establecen a la hora de dar cobertura a un vehículo, ¿merece la pena contratar un seguro a todo riesgo sin franquicia para un coche de segunda mano? Entendiendo que nada más salir del concesionario el vehículo ya sufre una depreciación sobre su valor en el mercado, puede que no compense pagar lo máximo por una póliza de este tipo para un coche usado.
Por ejemplo, si tienes un coche de cinco años puede que lo que merezca la pena sea contratar una póliza a todo riesgo con franquicia. Eso sí, llegado el caso tendrías que comparar entre las distintas opciones que hay en el mercado porque no todas son iguales. Por ejemplo, la Póliza Líder a todo riesgo con franquicia de Mapfre establece que, en caso de siniestro total, no se descuenta la franquicia del importe de la indemnización. Además, si se produjera la pérdida total del vehículo, el asegurado podrá optar por la indemnización o por la reposición del coche, con lo cual se tiene más tranquilidad que en otras opciones.
Seguros para necesidades más específicas
A mayor cantidad de años, mayor posibilidad de avería mecánica, ¿cierto? Bajo este principio se rigen pólizas como el "Seguro de avería mecánica de coches" de Mapfre, que está pensado para cubrir las piezas y los gastos de mano de obra necesarios ante una avería mecánica, eléctrica o electrónica. Esta línea de productos de Mapfre varía en función de la edad del vehículo a asegurar, con cambios en cuanto a las coberturas y los precios de las pólizas.
Por otra parte, hay aseguradoras que ofrecen la opción de ampliar sus coberturas a terceros con complementos y servicios adicionales, como Direct Seguros, que permite incluir el vehículo de sustitución para complementar cualquiera de sus modalidades de seguro para coche. Así, en caso de producirse un siniestro que implique dejar el coche en el taller durante más de 24 horas, podrás disfrutar de un vehículo de sustitución durante un plazo máximo de un mes.
Asistencia en carretera para vehículos de segunda mano
Pensando que un coche de segunda mano tiene más riesgo de averías en caso de viaje, merece la pena echar un vistazo a las condiciones que ofrecen las aseguradoras en lo que a asistencia en carretera se refiere. Por ejemplo, Pelayo, en su póliza de coche a terceros más básica, incluye la asistencia desde el kilómetro cero, además de encargarse del traslado del vehículo hasta el taller que elijas con un radio máximo de 150 kilómetros desde el lugar del siniestro o avería. La compañía también se compromete a facilitar un medio de transporte adecuado para que los ocupantes del vehículo dañado puedan regresar a su domicilio o al punto de destino si este fuera más cercano, incluyendo a los animales domésticos (que pesen hasta 50 kilogramos).
Por su parte, en la póliza de seguro para coche más básica que ofrece Fénix Directo, que se denomina 'Terceros Plus', la aseguradora incluye la asistencia en viaje las 24 horas del día con condiciones similares a mencionadas y, además, con la opción de enviar un chófer profesional para que se haga cargo del vehículo en caso de que ninguno de los asegurados ocupantes del mismo se encuentre en condiciones de conducir, por enfermedad, accidente o fallecimiento.
Qualitas Auto no se queda atrás y, aunque es un servicio opcional, en sus pólizas de coche ofrece el servicio de asistencia en viajes desde el kilómetro cero, además de disponer del envío de ayuda técnica in situ para atender problemas habituales que se presentan en el coche durante los desplazamientos en carretera.
En definitiva, está claro que si bien todos los coches, por obligación legal, deben contar con una cobertura a terceros, también lo es que el tipo de póliza que merece la pena contratar, en términos de ahorro, variará según los años que tenga el vehículo a asegurar.
En sus primeros años de vida y mientras todavía se esté pagando un coche nuevo, la decisión más inteligente es tener la mejor cobertura posible, la que ofrezca condiciones más favorables en caso de sufrir algún siniestro que implique una pérdida total. Pero con el paso de los años, la cobertura de daños mecánicos y la asistencia en carretera deben ser los elementos en los que te fijes primero.
Fuente de la noticia: Expansión