Quien conduce una moto sabe que es una sensación inigualable, sobre todo si tienes la oportunidad de viajar con ella. Pero a las ventajas que tiene su conducción se añade una desventaja evidente, el riesgo de sufrir un accidente fatal a los mandos de tu moto es 15 veces superior al de sufrirlo en coche.
Así pues, conducir una moto te puede salir caro, tanto en el sentido metafórico como en el económico. Ya sabes, a más siniestralidad, más cara la renovación del seguro de moto. Este mismo fenómeno se produce a la hora de contratar un seguro de coche, podemos tener que pagar un "extra" por haber tenido siniestros con anterioridad. Aquí van algunas recomendaciones que pueden ser muy útiles para tu seguridad:
Conductores noveles
Más de un conductor de coche experimentado se ha llevado un susto al coger una simple scooter. Puede parecer que coger una moto pequeña es como conducir una bici, pero cuidado con las apariencias. Alguno que otro se ha quedado con el gas a fondo mientras frenaba. Eso ocurre porque los noveles no tienen asumido el término "cortar gas". Es tan sencillo como aprender a manejar el embrague del coche, pero requiere un tiempo de aprendizaje. Por eso, antes de meterte en la ciudad a presumir de ciclomotor, practica por una zona despejada.
Modera tu velocidad
El exceso de velocidad sigue siendo una de las principales causas de los accidentes mortales en carretera, que es donde se producen casi un tercio de los mismos en el caso de las motos. Por ejemplo, circular a 75km/h en vez de a 90km/h supone sólo un retraso de menos de 7 minutos cada 50 kilómetros. Quizá valga la pena salir un poco antes.
Extrema la precaución
Además de la velocidad, en todos los sentidos, especialmente en la atención. Las carreteras son cada vez más seguras, las medidas de seguridad más fuertes y el número de víctimas mortales, tanto en carretera como en zona urbana, ha disminuido de los 5.700 de principios de los 90 a los poco más de 2.000 de ahora. Lo que tal vez no sepas es que todas esas mejoras han ayudado especialmente a los conductores de coche, que ven su siniestralidad reducida año tras año, pero no tanto a los de las motos, que siguen falleciendo en el mismo número que hace 10 años según las compañías de seguros.
Regulación de manetas
Muchos de los conductores no lo saben y conducen forzados. Llevar las manetas en una posición óptima, no ya sólo en distancia sino también en altura, es una garantía de conducción cómoda, concentrada y, por lo tanto, de menor riesgo.
Presión de las ruedas
No se les deja nunca de insistir a los conductores de los coches que vigilen la presión de sus ruedas. Si es así con los coches, que tienen cuatro ruedas y pueden andar aun con una pinchada, imagínense la importancia capital de poner cuidado a la correcta presión de las ruedas en las motocicletas y ciclomotores, que tienen sólo dos.
No hay sistema de seguridad pasiva
La seguridad pasiva es aquella que cuando ya ha ocurrido el accidente minimiza sus consecuencias. El cinturón y los airbags son los ejemplos más evidentes. Como podrás suponer, la seguridad pasiva sobre las dos ruedas brilla por su ausencia. El casco integral y los guantes son obligatorios. Y los pantalones largos y chaqueta muy aconsejables. No dejes un centímetro de piel al descubierto.
Tu seguridad pasiva también es tu seguridad activa
Igual de importante que vestir cómodo y bajo la protección de un buen casco, es hacerlo con colores llamativos. Sobre la moto, la seguridad activa, más allá de todos los ajustes técnicos, también es utilizar prendas llamativas que aumenten tu visibilidad. Recuerda que tienes las de perder, tú eres el chasis.
Casco integral
Hemos hablado ya de él y no deberíamos mencionarlo más a estas alturas. Afortunadamente, más allá de "misiones imposibles" y otros conductores de película, todo el mundo se pone el casco a la cabeza cuando coge su moto. Si tú eres uno de los que no lo hacen, recapacita ya.
Fuente de la noticia: Acierto.com