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Sanitas, única de las grandes aseguradoras de salud no adherida a la guía de buenas prácticas de Unespa

"La adhesión formal nos exige cambios operativos en los contratos", explica la entidad.

Han pasado ya diez meses desde que la patronal del seguro Unespa lanzó la nueva guía de buenas prácticas para el ramo de salud que actualizaba la anterior edición de 2009 y, aunque el lapso ha sido suficiente para que las principales entidades del sector se adhieran al código, hay una ausencia relevante: Sanitas.

La segunda aseguradora de salud por primas, propiedad del grupo británico Bupa, aún no aparece integrada entre las compañías que han aceptado los estándares y compromisos recogidos en esta iniciativa de autorregulación de la industria, a diferencia de sus rivales más directos, que sí han dado el paso.

Tanto SegurCaixa Adeslas -que lidera el mercado- como Asisa, Mapfre y DKV -el resto de las que componen el grupo de cabeza- han abrazado esta declaración de principios. Axa, Igualatorio Médico Quirúrgico y Unión Médica La Fuencisla completan la lista de entidades que han suscrito el código.

La revisión de la guía a principios de año sirvió para que la patronal incorporara nuevos conceptos con intención de poner coto a controvertidas prácticas que si bien no son generalizadas habían saltado a la palestra, como el rechazo a prorrogar la póliza a clientes que habían sido diagnosticados de dolencias crónicas o graves o a otros que habían superado los 65 años de edad. Así, Unespa incluyó dentro del código ciertas garantías de continuidad del contrato a los tomadores afectados por esas circunstancias.

Desde Sanitas explican que no haberse sumado hasta ahora a la guía de la patronal no significa que no tengan voluntad de hacerlo. De hecho, confirman que ya están manos a la obra para unirse en el futuro, sin precisar el plazo previsto: «La adhesión formal nos exige cambios operativos en todas las modalidades de contratos para adaptarlos exactamente a la guía, y hay un equipo que está trabajando para proceder al estudio, adaptación de contratos y posterior adhesión a la guía», apuntan.

La compañía quita hierro al hecho de que represente la excepción dentro del top de aseguradoras de salud: «En Sanitas ofrecemos la máxima transparencia para nuestros clientes a la hora de contratar. Por eso lanzamos hace ya varios años la guía rápida del seguro Sanitas, en la que se informa de los principales apartados recogidos en la nota informativa previa estandarizada que establece el código de buenas prácticas [de Unespa], y venimos aplicando del mismo modo las limitaciones a la oposición a la prórroga en casos de enfermedades graves o edad avanzada», dicen sus portavoces.

El recálculo de la prima

Pese a la actualización, el código de buenas prácticas promovido por la patronal del seguro deja fuera uno de los factores que más ha alimentado la polémica que rodea a las pólizas de salud: la subida de la prima, a veces desmesuradamente, cuando la salud del asegurado empeora. Y sólo alude a este punto para subrayar que «la renuncia por parte de la compañía a su derecho de oponerse a la continuidad de la póliza requiere de forma inexcusable que el tomador acepte la prima y la participación en el coste de los servicios que le correspondan, y que la aseguradora podrá actualizar periódicamente para adecuarlos a la evolución de los costes del seguro, siempre conforme a criterios actuariales y dentro de los límites de la ley y del contrato».

El Ministerio de Economía anunció en la primavera pasada su propósito de impedir que las aseguradoras de salud puedan subir los precios de forma individual a los asegurados con enfermedades agravadas. Esta traba se introdujo en la Ley de Ordenación de Seguros, aprobada antes del verano y cuya entrada en vigor será el próximo 1 de enero de 2016.

El texto señala que «el asegurado no tiene obligación de comunicar» a la compañía las variaciones que se produzcan en su estado de salud y que «en ningún caso se considerarán agravación del riesgo». En Economía consideran que «con esta redacción no se puede subir el precio de los seguros individualmente».

Las aseguradoras no lo ven así, no comparten este criterio y no se sienten obligadas. «La directiva Solvencia II nos exige un aumento de nuestra solvencia y eso pasa por cobrar precios suficientes de acuerdo con la siniestralidad de cada producto», indican en una de las principales aseguradoras de salud.

La asociación de mediadores Adecose presentó a los grupos parlamentarios una propuesta para obligar a las compañías a mantener el seguro y las coberturas a los asegurados con al menos tres años de antigüedad y a fijar con antelación las tarifas de renovación de la prima. La iniciativa no prosperó, pero Vicente Martínez Pujalte, representante del Grupo Popular en la comisión de Economía, se comprometió a incluirla en la tramitación parlamentaria de la ley en el Senado. Sin embargo, esta norma pasó por la Cámara Alta con urgencia y no registró ninguna modificación para avanzar en su aprobación final.

Fuente de la noticia: Expansión