Uno de los grandes peligros a los que nos enfrentamos durante la conducción invernal es al frío exterior que puede hacer que nuestro parabrisas se empañe, dificultándonos la visión y con ello aumentando el riesgo al volante. Aunque los vehículos modernos llevan implementada una función especial de desempañado, no todo el mundo tiene muy claro cómo realizarlo correctamente.
¿Cuál es ese botón o posición del mando? ¿Aire frío o caliente? ¿Aire acondicionado encendido o apagado? Todas estas dudas serán las que intentemos resolver ahora mismo para que podamos conducir con mucha mayor seguridad.
¿Por qué aparece la condensación en los cristales?
Lo primero que debemos conocer es el origen del problema. En este caso, porqué en los cristales se forma esa película de condensación que nos impide ver correctamente.
El empañamiento de los cristales se produce por la diferencia de temperatura entre el aire del exterior y del interior. El aire no puede contener una cantidad ilimitada de vapor de agua sino que depende principalmente, de la temperatura (es la llamada humedad de saturación).
El aire caliente es capaz de contener más cantidad de agua en estado gaseoso que el aire frio. Dentro del coche, el cristal esta frío ya que está en contacto con el exterior y por lo tanto el aire interior próximo a él disminuye su temperatura, teniendo entonces que liberar ese exceso de vapor de agua lo que realiza en forma de condensación que no son más que gotas de agua en el cristal.
Cómo desempañar los cristales del coche, ¿aire frío o aire caliente?
Pues tal y como hemos dicho hace un momento, el aire caliente es capaz de contener más cantidad en estado gaseoso por lo que todo parece indicar que lo ideal será utilizar el aire caliente y no el aire frío.
Con el aire frío llegará un momento que también se quitarán, pero será un proceso mucho más lento y lo único que conseguirá es que además, estemos mucho más incómodos dentro del coche.
En cualquier caso lo ideal es hacerlo con el aire acondicionado o el climatizador encendido. ¿Por qué? Veámoslo a continuación.
El aire acondicionado/climatizador, ese gran aliado para desempañar
El principio de funcionamiento del aire acondicionado y del climatizador es muy parecido. Su diferencia estriba en la forma de operar con la temperatura, pudiendo mantenerla o no.
El aire acondicionado simplemente introduce aire frío al interior, para ello utiliza un enfriador o evaporador, un compresor y un condensador y funciona de manera muy similar a los aparatos domésticos. Los de gama alta incorporan un dispositivo de deshumidificación.
La diferencia entre el aire acondicionado y el climatizador estriba en la existencia en este último de un mecanismo electrónico gobernado por un termostato que, una vez preseleccionada la temperatura, es capaz de utilizar el ciclo necesario de calor o frío para conseguir esos grados. Es un control sobre el sistema de calefacción y aire acondicionado. Existen varios tipos:
- Hay climatizadores cuya función se limita a mantener la temperatura a modo de simple termostato.
- Hay otros que, además, controlan el flujo de aire, pero no las salidas que son manuales.
- También hay algunos totalmente automáticos que controlan el flujo y las salidas en función de diferencias de temperatura: interior, exterior, real y programada.
- Los más desarrollados, se acompañan de un sensor solar que intensifica la potencia de funcionamiento del equipo si el coche ha estado aparcado mucho tiempo al sol.
- En los climatizadores “bizona” o “multizona”, incluso los ocupantes de la parte trasera disponen de regulador propio. Se pueden regular independientemente las temperaturas de la parte trasera y delantera o del lado del conductor y del acompañante. Estos dispositivos suelen tener una horquilla máxima de diferencia de actuación entre los diferentes lados de 5 o 6 grados.
Precisamente cuando necesitamos desempañar el cristal, debemos aprovechar la particularidad en el funcionamiento del aire acondicionado o el climatizador ya que el aire habrá pasado por el evaporador, y tendrá por lo tanto menos cantidad de agua en su interior al llegar al cristal.
Al estar su temperatura más caliente respecto al cristal, absorberá las gotas que se hayan formado en el cristal siendo por lo tanto la forma más rápida de desempañarlo. De hecho, si pulsamos la función de desempañado, esto es lo que hace automáticamente el coche.
Si por el contrario no contamos con este botón, conectaremos el aire acondicionado y enviaremos hacia el cristal aire caliente. No es bueno hacerlo con la recirculación interior conectada porque lo único que conseguiremos es que el aire interior cada vez contenga más humedad procedente de la respiración y agravaremos el problema.
Por último, si nuestro vehículo no tiene ningún sistema, ni climatización ni aire acondicionado, aire caliente al cristal a la máxima potencia posible y quitaremos la condensación.
Fuente de la noticia: Motor pasión