Ignoramos los años de cotización que son necesarios, la cuantía o cuánto puedo ahorrar de forma privada.
Es posible que usted sea una de esas personas que, nada más sonar el despertador para ir a trabajar, desee que llegue pronto el día de jubilarse. Sin embargo, ¿se ha preocupado de saber cómo será su situación cuando alcance el añorado momento? Es más, ¿sabe qué tiene que tener en cuenta para que sea lo más placentera posible en términos económicos? Si ha respondido sí, es de los pocos.
“Existe una falta de cultura financiera generalizada en toda la sociedad española, que empieza por el desconocimiento de la pensión de jubilación que tendré con mis ahorros”, asegura Álvaro Monterde, director de previsión social de March JLT, “y debemos tener claro que en el futuro las pensiones bajarán y tenderán a igualarse las máximas y las mínimas”.
Los datos así lo confirman. Un estudio del Instituto Aviva realizado a finales de 2014 concluye que un 53% de los encuestados no sabe que el periodo mínimo de cotización para recibir una pensión pública es de 15 años. También tenemos dudas sobre la cuantía, ya que el 43% ignora si la inflación afecta, y la inmensa mayoría de ellos, el 70%, desconoce que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social y la hucha de las pensiones es lo mismo.
“Las reformas fiscales y los cambios, tales como el retraso de la edad de jubilación, el incremento de los años de cotización necesarios para garantizar una pensión máxima, la no dependencia del crecimiento de las pensiones del IPC y otras hacen más complejo el conocer por parte de los ciudadanos cuál será su pensión en el futuro”, apunta Salomé Mesa Izquierdo, responsable de marketing operativo de la aseguradora CNP Partners.
Desde Optima, su director general, Antonio Suárez, constata el escaso conocimiento que existe sobre el ahorro previsión. En este sentido, un reciente estudio sobre jubilación elaborado por la compañía de planificación financiera destaca que el 82% desconoce qué le va a deparar la etapa de jubilación, en lo que a sus ingresos se refiere, y confía en que todo va a seguir igual que en su etapa profesional.
En Optima calculan que “en 2020 la pensión máxima en España será de 1.400 euros frente a los 2.560 actuales, mientras que la mínima se mantendrá en torno a los 700 euros”. En este sentido, resalta la irresponsabilidad del Ministerio de Empleo y Seguridad Social al haber paralizado el envío de las cartas informativas a los futuros pensionistas.
Efectivamente, tal y como recuerda Ángel Martínez Aldama, director del Observatorio Inverco, “dada esta situación de desconocimiento sobre los ingresos futuros derivados de la pensión, que para la gran mayoría de las familias españolas supone su única fuente de ingresos, la Ley 27/2011, de reforma de la Seguridad Social, habilitó al Gobierno para enviar a los trabajadores actuales el importe estimado de la pensión futura. Comunicación que lamentablemente todavía no se ha realizado”. En su opinión, “esta debe ser una tarea prioritaria del próximo Gobierno”.
También Carlos Herrera, asesor financiero y miembro de EFPA España, cree que “desde la Administración no se transmite suficientemente la realidad de las pensiones para que los ciudadanos tomen consciencia de que, posiblemente, deberán ahorrar para complementar la pensión pública para mantener el nivel de vida necesario”.
Ahorro privado
Tampoco estamos muy fuertes en conocimiento sobre planes de pensiones. Así, por ejemplo, según el mencionado estudio del Instituto Aviva, el 82% de los encuestados desconoce el límite máximo de las aportaciones (8.000 euros anuales) y también el que se pueden deducir de la declaración de la renta, un 30%. El porcentaje sube al 40% entre los que piensan que no se puede contratar más de un producto de previsión.
El responsable de Inverco considera que en el caso de los instrumentos privados, los partícipes sí que conocen “ampliamente” las características de los planes de pensiones, y cita “seguridad, rentabilidad, confianza, liquidez, transparencia y fiscalidad”.
El Estudio de preparación para la jubilación de Aegon arroja que la mayoría de los españoles (55%) asegura entender bien o muy bien asuntos financieros cuando se trata de planificar la jubilación. “Por lo que no es tanto no conocer los productos ni las soluciones, sino el no pasar a la acción a la hora de contar con la protección necesaria para disfrutar de una jubilación sin dificultades económicas”, especifican en la aseguradora.
En este sentido, a pesar de que tres quintas partes (60%) de los españoles se sienten personalmente responsables de garantizarse unos ingresos suficientes durante la jubilación, solo la mitad (50%) es consciente de la necesidad de realizar una planificación económica para este periodo.
No obstante, en EFPA creen que no se puede exigir a los ciudadanos que sean unos expertos en materia de previsión social complementaria, “pero lo que no deberían desconocer es que, si estuvieran bien asesorados por profesionales acreditados, obtendrían una buena planificación financiera para la jubilación”.
Pero no consiste solo en conocer o no las características de la pensión o de los productos de ahorro, el común de los expertos resalta que los españoles también ignoramos otras cuestiones más subjetivas.
Por ejemplo, la política de inversión más acertada: “Nuestra experiencia”, recalca Monterde, “muestra que existe una tendencia general en los ahorradores más jóvenes de optar por inversiones demasiado conservadoras que reducen la expectativa de rentabilidad futura y por tanto también la prestación de jubilación”.
Lo que debería saber
- Base de cotización. Hasta 2022, se estará aumentando progresivamente el número de años que se tienen en cuenta en el cálculo de la pensión pública, de 15 a 25 años.
- Base reguladora. En 2027 será necesario haber cotizado durante 37 años para tener derecho al 100% de la base reguladora.
- Rescate. El poder acceder a nuestro dinero pasados 10 años es el último supuesto introducido, que se suma al de desempleo, enfermedad o pago de la hipoteca.
- Cobro. Tanto los planes de pensiones como los planes de previsión asegurada (PPA) se pueden cobrar en forma de capital –es decir, de una sola vez– o en forma de renta vitalicia, mixta o como renta financiera. En el caso de renta, se fija un importe mensual “y el resto no consumido de sus derechos económicos sigue obteniendo rentabilidad”, recuerdan en EFPA.
- Aportaciones. Tras su rebaja en la última reforma fiscal, la máxima aportación desgravable en el IRPFes de 8.000 euros anuales.
- Categorías. Existen muchos tipos de planes de pensiones para que se adapten a todos los perfiles. Desde los más agresivos, pensados para inversores jóvenes, a los más conservadores, concebidos para quienes les quede poco tiempo para retirarse.
Fuente de la noticia: Cinco Días