Por nuestras carreteras circulan cada vez más vehículos sin asegurar como consecuencia de la crisis, pero dejar de pagar el seguro de coche no es la solución.
En los últimos años el número de vehículos sin póliza en vigor ha ido en aumento con la crisis. En estos momentos por nuestras carreteras podrían circulan más de 2,3 millones de vehículos sin Seguro Obligatorio del Automóvil, con un alto coste para el resto de los conductores y la sociedad difícil de cuantificar, pero si sabemos que los accidentes que ocasionan se pagan a través del recargo de un 2% sobre la prima neta a pagar que todos los ciudadanos abonan en su seguro de coche , y que gestiona el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).
Solo en 2014, el Consorcio pagó por estos accidentes 27,4 millones de euros que salieron, en parte, del bolsillo de los que sí abonaron su póliza. Esos 27 millones correspondieron a los 10.774 accidentes que el Consorcio registró (de un total de 17.209) provocados por vehículos sin seguro. Dentro de estas cifras la ciudad en la que el Consorcio tuvo que dar una mayor respuesta económica durante el 2014 fue en Barcelona, donde la cantidad pagada por accidentes de coches no asegurados fue de 166.409.705 euros.
Circular sin seguro acarrea problemas a todo el mundo: al que no contrata la póliza y viaja sin cobertura, al que sufre una colisión con un vehículo sin asegurar y, por supuesto, a quienes deben costear la broma.
2,3 millones de vehículos sin asegurar Según los últimos datos del Fichero de Vehículos Asegurados (FIVA), en 2014, figuraban en este registro 28.801.437 vehículos asegurados.
Tomando como referencia hasta septiembre de 2014, el parque nacional de vehículos (sin distinguir categoría) estaba compuesto por 31.019.948 unidades, mientras que en el FIVA figuraban inscritos ese mismo año a fecha del 31 de diciembre de 2014, 28.801.437 vehículos asegurados. El saldo arroja una diferencia de 2.218.511 vehículos. Sin embargo, como los datos no se ajustan en el tiempo, es justo hacer también la comparativa entre los vehículos inscritos en el FIVA a 31 de diciembre de 2013 (los cuales suman un total de 28.597.783), con los 30.916.836 vehículos inscritos ese mismo año en la DGT, lo que nos daría una diferencia de 2.319.053 vehículos.
Ahora bien ¿significan estos datos que por nuestras carreteras circulan más de 2 millones de vehículos sin asegurar?
La respuesta es no, porque Tráfico incluye en su lista vehículos que no tienen que contratar un seguro (bien porque no necesitan licencia administrativa para su circulación o por el uso al que se destinan), vehículos que ya no circulan pero no se han dado de baja (por ejemplo, porque sobre ellos pueden pesar multas de tráfico sin pagar, que ya conocemos la picaresca), vehículos que no circulan por nuestro territorio, etc. De ahí que las cifras no cuadren y sea difícil dar un número exacto de cuántos vehículos circulan sin seguro.
Morosidad en Seguros de Autos No es posible establecer cuántos asegurados 'morosos' han dejado de pagar sus pólizas en los últimos años pues es un dato que la patronal del Seguro, Unespa, no estudia por no estar dentro del ámbito sectorial, sino que pertenece al ámbito individual de cada aseguradora. De hecho en el sector no se habla de morosidad (un dato más propio de banca), sino de caída de cartera.
Con los datos de lapoliza.com, podemos indicar que en el año 2014, se produjo un ratio de pólizas no liquidadas (impago) del 30,57% en total (nueva producción y cartera). En pólizas de nueva producción, el ratio ascendía hasta el 27,43% y en pólizas de cartera hasta el 35,20%. Destacar, no obstante, que el impago de estas pólizas puede deberse a diferentes factores, por ejemplo, que el cliente se cambie de compañía (el mercado es poco fiel y la rotación es muy alta), pólizas que se dejan de suscribir porque el vehículo se da de baja, etc.
Las consecuencias de no pagar el seguro si el vehículo sigue circulando son enormes: la aseguradora no responde por los daños que pueda causar en un accidente, lo que le puede acarrear un perjuicio mayor en su corto presupuesto. Y desde luego no contratar un seguro o dejar de pagarlo no es la solución a los problemas económicos, porque, si nos pillan, la broma nos puede salir mucho más cara que el propio seguro: estamos hablando de sanciones de entre 601 y 3.005 euros, según la última actualización del BOE el pasado 20 de febrero de 2015, frente a un coste medio de una póliza para un turismo de 247, calculado a partir de un volumen de primas de 4.704.191 miles de euros y de 19.030.426 millones de coches según el Informe ICEA Seguro de Automóviles. Estadística Diciembre 2014.
Además también debe de tenerse en cuenta que la cuantía por circular sin seguro se mueve entre dichas cifras dependiendo de factores como si el vehículo estaba en circulación cuando se multó, el servicio que preste el coche, la gravedad de los hechos, el tiempo que se circule sin seguro o si es la primera vez que se multa por esta infracción.
El Consorcio paga, pero ¿qué sucede si nos vemos involucrados en un accidente con un vehículo sin seguro? ¿Quién paga la reparación de los daños o la asistencia sanitaria necesaria en caso de que haya víctimas? Y lo más importante, ¿de dónde sale el dinero para afrontar estos gastos?
Además de la multa correspondiente por circular sin seguro, si el conductor es culpable del accidente debe correr con los gastos de reparación del vehículo contrario o de la asistencia a las víctimas, salvo que no cuente con recursos para hacerlo. En este caso, según la legislación vigente, corresponde al Consorcio de Compensación de Seguros hacerse cargo de los daños ocasionados por vehículos sin asegurar.
Para hacer frente a estos gastos, el Consorcio cuenta con un fondo de garantía que se nutre a través del recargo que todos los conductores asegurados debemos pagar en nuestras pólizas, y que supone un 2% de lo que pagamos por nuestro seguro , sin embargo no es posible obtener la cantidad exacta que saldría a pagar por póliza, ya que este cálculo se debe hacer sobre la prima neta, y no tenemos acceso al importe exacto de la misma. Lo que sí podemos hacer es una aproximación: el 2% de la prima media que pagamos por nuestro seguro de coche (247 euros) es de 4,94 euros multiplicado por el número de turismos asegurados 19.030.426 (dato ICEA), 94 millones de euros es con lo que cuenta el Consorcio como fondo de garantía. Pero no es un cálculo exacto por lo que la cantidad estimada variaría en torno a un 7%.
Las aseguradoras deben aplicar este recargo al suscribir la póliza, y así se refleja en el correspondiente recibo del seguro (puedes comprobarlo en tu contrato). Tras la recaudación, la compañía hace el ingreso al Consorcio. Con lo cual, el dinero para hacer frente a esos siniestros sale del bolsillo de los conductores que sí pagan sus seguros.
Cómo actuar Si te ves involucrado en un accidente con un vehículo sin seguro, debes presentar una reclamación en la delegación regional del Consorcio de la provincia donde se haya producido el accidente; salvo que en tu seguro cuente con la cobertura de Reclamación de Daños, pues en ese caso tu aseguradora lo puede hacer por ti.
Además, si cuentas con la garantía de daños propios, tu compañía se hará cargo de la reparación de tu vehículo, con independencia que el accidente haya sido con un vehículo asegurado o no.
De cualquier forma, si tienes un accidente con un 'no' asegurado, ten en cuenta los siguientes consejos:
No discutas. Las discusiones son siempre innecesarias e improductivas y perder los nervios no sirve de nada y menos para arreglar la situación. Sé práctico. Anota todos los datos del vehículo contrario: marca, modelo, matrícula. Así, en caso de que se marche del lugar del accidente sin dejar rastro, podrás identificarle posteriormente. Avisa a la policía para que realicen el atestado. Mientras esperas a la policía, toma todos los datos posibles en el parte amistoso, especialmente los datos completos del titular que figure en la documentación del vehículo (Permiso de Circulación) y del conductor si no coinciden. Si hay testigos del accidente, apunta también todos los datos (nombre, teléfono, etc.), por si es necesario que declaren sobre lo sucedido o hay que identificar al vehículo responsable. Todos tenemos un móvil a mano, haz fotos. Comunica el siniestro dentro del plazo de 7 días a tu aseguradora . Serán ellos los encargados de tramitar la indemnización correspondiente con el Consorcio si así corresponde. Si tienes cobertura de daños propios, recuerda que tu póliza se hace cargo de arreglar tu vehículo. Transmite al asegurador cualquier información que pueda ser de interés en el proceso (citaciones, por ejemplo). Y nunca aceptes dinero a cambio de no actuar.
Fuente de la noticia: entornointeligente.com