Las rentas más altas son las que ahorran más, lo que les dará ventaja al jubilarse.
Unespa critica a los partidos que lo fían todo a la sostenibilidad del las pensiones públicas.
La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, ha cargado contra quienes critican el sistema actual de deducciones por las aportaciones a planes de pensiones. “Estoy segura de que piensan que trabajan para la igualdad. Pero no es verdad. En realidad, su postura favorece la desigualdad socioeconómica”, apuntó.
La máxima responsable de la patronal aseguradora ha explicado, durante un foro organizado por Deloitte y ABC, que el modelo actual -donde existen desgravaciones en las aportaciones pero también tributación en el rescate-, es fiscalmente neutral. A su juicio, esto debería cambiar. El Estado tendría que subvencionar el ahorro privado para evitar que aumente la desigualdad.
Tal y como está diseñado el modelo actual, ha explicado, solo los asalariados con rentas más altas tienen incentivos para tener una ahorro complementario para la jubilación. “Si hoy ya hay una desigualdad entre ganancias salariales, la que habrá dentro de décadas entre las pensiones generadas por esos salarios será mucho mayor”.
A su juicio, los partidos políticos que no quieren favorecer más el ahorro privado “trabajan para un futuro en el que los que hoy viven mucho mejor que otros vivirán muchísimo mejor que otros”. Estas formaciones “prometen a su votante que el sistema de reparto [de la Seguridad Social] será lo suficientemente potente como para rellenar esta brecha en una proporción razonable pero, ¿y si no pasa?”.
En defensa del modelo alemán
De Frutos ha defendido impulsar medidas para fomentar productos de ahorro complementario a la pensión pública. “Los problemas del año 2040 no se pueden resolver ni en 2039 ni en 2035. Estos problemas se resuelven en 2015”, ha avisado.
Una solución sería la adopción de un sistema como el de Alemania, donde por cada euro destinado por los contribuyentes a su plan de previsión social el Estado pone otro. Esta medida tendría un coste estimado para las arcas del Estado de unos 2.000 millones de euros, pero a cambio dispararía el ahorro entre los asalariados con rentas más bajas.
Fuente de la noticia: Cinco Días
Fuente de la imagen: Globalbrok Profesional