El perfil del conductor y las características del vehículo determinarán el coste de la póliza.
No solo hay que tener en cuenta la suma económica, también las coberturas de la oferta.
A la hora de contratar un seguro de coche, hay que tener en cuenta que no hay un precio universal. El coste de la póliza va a depender de numerosos factores, entre ellos, los que definen el perfil del conductor y las características del vehículo que se va a conducir. Y con todo ello, la compañía calculará el precio final en función del riesgo que va a asumir.
El mercado asegurador actual ofrece una amplia oferta de productos, con diferentes tipos de coberturas y prestaciones, que debes analizar con el fin de elegir la que más se ajuste a tus necesidades. En este sentido, el hecho de que el coste final de la póliza responda a unas características personales y a la asignación de un perfil de riego -que varía en función de cada compañía- dificulta la comparación entre unas aseguradoras y otras de cara a afirmar, a nivel general, cuál es la empresa que oferta las pólizas más baratas.
De hecho, son muchas las variables que se usan a la hora de determinar el precio del seguro de coche. Normalmente, la compañía te pedirá información sobre las características de tu vehículo, desde el modelo o la potencia, hasta el tipo de carburante o número de puertas. Pero también querrán conocer tu perfil como conductor, ya que, a la hora de calcular el precio de la póliza, es tan determinante como las características de tu coche.
Cada compañía tiene en cuenta unos factores, pero, entre los más comunes se encuentran:
- La edad del conductor: es un factor determinante para calcular el precio del seguro. Las compañías -basándose en las estadísticas- creen que los jóvenes son más propensos a tener un accidente y, por tanto, los consideran un perfil de alto riesgo. Esto hace que los conductores de menor edad (entre 18-25 años) tengan que pagar primas más altas e incluso puedan ser rechazados en algunas compañías. Compañías como Mutua Madrileña o de AXA tienen seguros dirigidos a este colectivo.
- Antigüedad del carné de conducir: la veteranía suele ser un grado. Y así lo creen las compañías de seguros. A más años de carné, más experiencia y, por lo tanto, menor será el precio de la prima. Incluso hay compañías que se niegan a asegurar a conductores que tengan poca experiencia al volante. Sin embargo, aseguradoras como Qualitas Auto y Balumba tienen productos adaptados a este perfil.
- Historial de conducción: las aseguradoras tienen en cuenta este factor a la hora de calcular el precio de las primas. La mayoría de aseguradoras aplican la cláusula de bonus-malus: un ajuste en el precio del seguro que premia a los buenos conductores y aumenta el precio a los malos. Para ello, las compañías tienen en cuenta el número y el tipo de siniestros declarados. No obstante, el funcionamiento de esas bonificaciones o recargos no es estándar y lo establece cada empresa. También hay compañías de seguros, como Línea Directa o Génesis, que han puesto en marcha iniciativas para premiar a los buenos conductores.
- Empleo del conductor: algunas profesiones tienen, estadísticamente, mayor riesgo de sufrir un siniestro. Las aseguradoras son conscientes de ello, de ahí que tener uno u otro empleo influya a la hora de establecer el coste final del seguro.
- Lugar de residencia del conductor: los riesgos y los índices de siniestralidad varían dependiendo de la zona donde vivas y eso se tiene en cuenta a la hora de calcular el precio de la póliza.
- Estacionamiento del coche por la noche: Es otro factor que influye a la hora de calcular el coste del seguro, ya que si habitualmente está estacionado en la calle el riesgo de robo es superior a si está en un garaje y, por tanto, la prima será más alta.
- Marca, modelo, tipo de vehículo: las aseguradoras también se fijan en las particularidades del vehículo para establecer la prima. Por ejemplo, a mayor cilindrada, mayor potencia y mayor será el precio. Las aseguradoras también analizan si se trata de un motor gasolina, diésel, híbrido o eléctrico o el número de plazas del vehículo: de cuantas más disponga, más cara será la póliza, puesto que es mayor el número de personas que hay que proteger.
- Año de matriculación del automóvil: la prima del seguro para un coche nuevo o uno de mayor antigüedad no es la misma. Para este último será menor que para el primero.
- Extras del coche: los accesorios también se tienen en cuenta a la hora de calcular el precio del seguro: llantas de aleación, faros de xenón, tapicería de cuero, un equipo de música potente... Si te decides a adquirir alguno de estos accesorios recuerda que, además de encarecer el precio final de tu vehículo, es muy probable que también incrementen el de tu póliza del seguro. También hay pólizas como la Fénix Buen Conductor que contiene garantías de robo, pérdida total o daños propios y que incluye, de forma automática y gratuita, la cobertura del equipamiento adicional que pueda tener el vehículo hasta un valor de 1.500 euros.
Los factores que se tendrán en cuenta para calcular el seguro de coche dependerán de cada compañía. Algunas considerarán todos para calcular la prima y otras, sólo unos cuantos. Eso sí, una vez que conozcas el coste de cada uno, analiza bien todos las coberturas y no te guíes sólo por el precio. A veces, por ahorrar un poco, puedes decidirte por una opción que deja fuera alguna garantía fundamental para tu día a día o que puedes a necesitar en el futuro.
Fuente de la noticia: El Mundo