Es probable que los españoles vivan más que sus vecinos europeos, pero este hecho no se ve reflejado en sus perspectivas para la jubilación o en sus hábitos de ahorro.
Según el informe BlackRock Investor Pulse Survey, un 50% de los españoles en edad activa ha empezado a ahorrar para su jubilación, frente al 47% que afirmó hacerlo el año pasado. A pesar de que ha habido un aumento, el porcentaje continua siendo muy inferior a la media europea (59%) y la global (65%).
También, nos parece destacable la diferencia entre hombres y mujeres a la hora de enfrentarse a la jubilación. Según la encuesta, un 43% de las mujeres, frente al 58% de los hombres, está ahorrando para esta etapa de la vida. En comparación con la media europea, del 54%, y global, del 61%, las españolas están por debajo.
Aunque la mayoría (70%) afirma entender cuánto deben ahorrar para la jubilación, esto no quiere decir que comprendan sus necesidades de rentas de cara a esta fase de su vida. De hecho, una cuarta parte afirma “no saber dónde deberían acudir para obtener asesoramiento financiero de cara a planificar su jubilación”. Del mismo modo, apenas tres quintos (57%) de los españoles afirman estar seguro de poder satisfacer sus necesidades de rentas de cara a la jubilación, una puntuación muy superior al conjunto de Europa, 43%, frente al mundial, 52%. En la actualidad, algo menos de una cuarta parte considera que el sistema de pensiones público será suficiente para afrontar sus 20 años de retiro estimado y cerca de la mayoría de los encuestados, 51%, afirma ser demasiado jóvenes para empezar a pensar en ahorrar para la jubilación.
Estancados en activos monetarios
La encuesta revela que el 65% de las inversiones de los españoles están en activos monetarios, un porcentaje muy similar al resto de países europeos (63%), pero muy superior respecto al año pasado que se situaba en el 58%. Cabe destacar que son las mujeres y los jóvenes, entre 25 – 34 años, quienes menos diversifican fuera de los activos líquidos (las mujeres mantienen un 70% de sus activos en productos líquidos y los jóvenes entre 25 y 34 años, lo hacen en un 74%). Los españoles encuestados reconocen que sus posiciones en efectivo deberían ser menores y sitúan como porcentaje ideal el 48% del total de sus inversiones. Para el 40% de los españoles obtener unos ingresos considerables sería el principal motivo para poder trasladar sus inversiones de activos monetarios a productos de inversión. Este dato se encuentra por encima de la media europea (29%), ya que para ellos, la principal razón es el sentimiento de haber ahorrado lo suficiente para tener un colchón.
La actual asignación de activos de las carteras de los españoles que muestra el informe, indica que el 65% se encuentra en efectivo, el 11% renta variable, el 3% en bonos, el 10% en propiedades, el 2% en alternativos y un 8% clasificados como “otros”. El exceso de efectivo se puede explicar, entre otras razones, por la preocupación ante la posibilidad de perder dinero, opción señalada por un 24% de los encuestados. Cuando se toman decisiones sobre el ahorro o la inversión, más de la mitad, 52%, entienden el “riesgo” de las inversiones como la posibilidad de perder parte de su dinero; mientras que la segunda definición más elegida, con un 43%, ha sido la pérdida total del mismo.
Según Aitor Jauregui, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock en España, Portugal y Andorra, “la encuesta pone de manifiesto que los españoles, un año más, continúan teniendo cierta preocupación sobre su futuro financiero, aunque hay que destacar que esa confianza ha experimentado un ligero aumento respecto a la edición del pasado año. Desde un punto de vista positivo, cabe destacar que los inversores españoles son los que más recurren al asesoramiento financiero y esto contribuirá a una transición gradual del ahorro a corto plazo a la inversión a largo plazo, así como a una mayor diversificación de sus carteras para lograr sus objetivos. Nos ha vuelto a sorprender este año que a pesar de que los encuestados españoles afirman mantener más activos monetarios de los que deberían, no consiguen disminuir ese porcentaje. Por último, cabe destacar que a pesar de mejorar los datos respecto a la jubilación, seguimos estando a la cola de los países europeos, y es por eso que la educación y el asesor financiero son piezas fundamentales que debemos de empezar a tener muy en cuenta”.
Fuente de la noticia: ADN del Seguro