La lucha contra este tipo de engaños ha permitido que el resto de asegurados se ahorren un 5% en su seguro de coche y hasta un 12% en el de responsabilidad civil.
El fraude al seguro no descansa en España pese a que los datos indican que la salida de la crisis está teniendo también un efecto paliativo sobre este tipo de engaños. Según la información recogida por el grupo asegurador Axa, el pasado año, la tasa de fraude en España se elevó hasta casi el 1,4% con un coste adicional evitado, únicamente entre los casos detectados por esta misma compañía, de hasta 64 millones de euros en todos sus ramos.
“Una de las claves del aumento de las cifras de fraude es que ahora se invierte mucho más en destaparlos por lo que salen a la luz casos que en otro momento se hubieran pasado por alto”, explica Arturo López Linares, responsable de gestión de fraude y recobros de Axa. Concretamente, la multinacional francesa invirtió el pasado año un 6% más en la lucha contra el fraude. Una labor que “compete de forma exclusiva a la compañía y a las fuerzas de seguridad del Estado”, señala López Linares.
La lucha contra los engaños al seguro ha alcanzado en los dos últimos años un especial progreso en el ámbito del fraude organizado. “Se trata de bandas o tramas organizadas y ocasionalmente apoyadas por profesionales que buscan la industrialización de su proceso delictivo, lo que supone un fuerte perjuicio económico”, apunta el responsable de Axa. Aunque representa únicamente el 1% de los casos, estos son, según la compañía, los más costosos, pues de media rondan los 6.000 euros. En 2015, las tramas organizadas detectadas por la compañía ascendieron a 82, frente a las 44 de 2014 y las ocho de 2013.
En la cara opuesta de la moneda se sitúan los fraudes ocasionales, que aprovechan un caso real de siniestro para obtener una indemnización mayor que la estipulada. Este tipo de engaños, que engloban el 54% de los casos detectados, se han reducido en más de un 3% en el último año como consecuencia de la paulatina salida de la crisis. “Los fraudes ocasionales son los más relacionados con la situación socioeconómica de los asegurados y habían sufrido un incremento en los años más duros de la crisis”, comenta López Linares.
En lo que respecta a las variaciones en la tasa de fraude entre las diferentes regiones, el mapa elaborado por Axa, señala a Ceuta (6,3%) como la zona geográfica española con más casos de fraude en relación al total de siniestros. Detrás, aunque a gran distancia, se sitúan Melilla (2,55%), Asturias (2,17%) y Andalucía (2,11%). Por el contrario, las comunidades autónomas con menor tasa de fraude al seguro son Madrid (0,55%), País Vasco (0,99%), Baleares (1,14%), Aragón (1,15%) y Cataluña (1,16%).
El coche sigue siendo el rey del fraude
Más de seis de cada 10 siniestros fraudulentos se producen en el segmento del automóvil, que año tras año ocupa la posición a la cabeza en este tipo de engaños. Pese a ello, los datos de Axa indican que, año tras año, este ramo está viendo reducida su relevancia como el más empleado para cometer fraude. Desde el año 2013, su peso sobre el total de estafas al seguro ha menguado en siete puntos porcentuales. “Las nuevas tecnologías y las intervención de técnicas periciales han ayudado enormemente a combatir este tipo de fraude”, explica López Linares.
Pero ese fraude no ha desaparecido, sino que ha migrado a otros segmentos. Multirriesgos, que concentra los seguros del hogar, comercio, oficinas y comunidades; es el ramo que ha experimentado el mayor crecimiento en los últimos años. Con una subida de cinco puntos porcentuales, representa ahora el 29% del total frente al 24% registrado en 2013. “Este tramo está adquiriendo una mayor relevancia porque ofrece una mayor versatilidad, técnicas e imaginación a la hora de delinquir”, explica el experto.
En este campo, además, el número de casos de fraude por daño eléctrico ha aumentado considerablemente hasta incluso superar a los fraudes relacionados con agua. “Los que delinquen buscan con ello renovar sus aparatos electrónicos, unos objetos que están cobrando cada vez más importancia en nuestro día a día”, analiza López Linares.
La detección de los casos de fraude tiene un impacto importante sobre la prima que pagan los asegurados en las pólizas. Según los datos manejados por Axa, los pagos evitados por casos de fraude y que no fueron repercutidos en el resto de clientes supusieron, de media, un ahorro del 5% en el seguro del automóvil o del 6% en el de industrias. De entre todos los segmentos, el más beneficiado de la lucha contra el fraude fue el de responsabilidad civil, que pudo reducir en un 12% su prima.
‘Big data’ al servicio de la detección de engaños
La presentación del tercer mapa Axa de fraude en España sirvió a la compañía, además, para dar a conocer su nuevo software informático para luchar contra estos engaños: Némesis. Este programa, basado en la tecnología big data emplea información de los asegurados para encontrar patrones de supuesto engaño.
“El programa otorga un porcentaje a la posibilidad de que un siniestro concreto sea objeto de fraude y refleja una serie de variables por las que cree que esto es así”, explica Arturo López Linares, responsable de gestión de fraude y recobros de Axa.
El uso de estas tecnologías ha permitido dar un paso adelante a las compañías aseguradoras en la lucha contra el fraude, especialmente contra el llevado a cabo por tramas organizadas, mucho más peligrosas y difíciles de detectar. Desde Axa han señalado que los resultados del software son clave a la hora de facilitar la tarea de los investigadores, los verdaderos responsables de determinar si un siniestro es o no fraudulento.
Fuente de la noticia: Cinco Días
Fuente de la imagen: Axa Seguros