Los pasajeros siempre tienen cubiertos los gastos sanitarios cubiertos, pero no el conductor
Sin cobertura específica, el seguro solo se hace cargo de los primeros 9.300 euros de gasto
La sanidad pública en España es universal y gratuita. Esta premisa, siendo verdad, tiene muchos matices. Uno de ellos se refiere a los accidentes de tráfico. La atención sanitaria cuando hay un siniestro en carretera no está cubierta por la Seguridad Social, sino por los seguros. Pero, ¿qué pasa si el conductor no tiene la cobertura de una aseguradora? ¿Tendrá que pagar sus gastos sanitarios? La respuesta es no. Aunque cada vez es más frecuente que el accidentado reciba una abultada factura del hospital en su casa.
La guerra de precios en los seguros de autos ha hecho que se rebajen mucho las coberturas contratadas con los seguros. Más de dos millones de vehículos de motor (coches, motos, ciclomotores...) carecen de una cobertura específica para el conductor. En caso de accidente, éste puede sufrir graves perjuicios económicos
El seguro obligatorio para vehículos de moto cubre los daños que se deriven de un accidente de tráfico, siempre que se trate de los causados a terceras personas. Esto incluye siempre a los ocupantes de los vehículos implicados y al conductor del coche que sufrió un siniestro provocado por otro. Pero... ¿qué ocurre cuando hay un solo vehículo? Una moto que se sale de la carretera por un golpe de viento, o un coche que acaba en el arcén al encontrar hielo en una curva. ¿Qué pasa cuando el conductor ha provocado el accidente. En estos casos, dependerá de si la persona que estaba al volante tenía alguna cobertura específica contratada.
Una cobertura especial para el conductor
El 97% de los seguros de auto incluye una cobertura de accidentes específica para los daños sufridos por el conductor. Esta, además de cubrir los gastos sanitarios, también incluye indemnización para casos de muerte o invalidez. Aún siendo una proporción muy alta, su reverso implica que hay 537.000 coches circulando cuyos conductores no tienen cobertura específica por parte de su aseguradora.
En las motos, hay un 25% de seguros sin cobertura para el conductor, y en ciclomotores un 36%, de acuerdo con datos de la patronal del seguro Unespa y de la Dirección General de Tráfico (DGT). En total, hay más de dos millones de vehículos que tienen contratadas las coberturas más básicas, por lo que sus conductores no estarían cubiertos.
"Con la guerra de precios en los seguros de auto, hay algunas compañías que han ajustado tanto las pólizas que han retirado la cobertura del conductor, lo que le puede suponer graves problemas en caso de accidente", explica el responsable de tramitación de siniestros de una gran aseguradora.
¿Qué pasa tras el accidente?
Cuando un conductor que no tiene la cobertura contratada sufre un siniestro, empieza la guerra de facturas entre hospital y aseguradoras. La patronal de los seguros, Unespa, ha firmado un convenio con todos los sistemas públicos de salud (una competencia propia de las Comunidades Autónomas), para que las compañías se hagan cargo de forma automática de los gastos médicos de los ocupantes de los coches que tienen asegurados.
Sin embargo, cuando se trata de motos, o del conductor en caso de siniestros con un solo vehículo implicado, la cobertura tiene importantes limitaciones. Según el último convenio, el seguro se hará cargo de todos los gastos que genere la atención médica hasta 9.360 euros. Esto conlleva que, si la hospitalización es prolongada o si es necesaria una intervención quirúrgica cara, la cantidad restante la deberá asumir el hospital (es decir, la consejería de Sanidad correspondiente).
Los hospitales públicos saben que, por lo general, las aseguradoras se harán cargo de todos los gastos causados por un accidente de tráfico. Para garantizar el pago, exigen a las víctimas de siniestros viales que rellenen cuanto antes un formulario donde se especifique cuál es la compañía de seguros que tienen contratada. El problema es que, en caso de que haya problemas respecto a la vigencia del seguro o la responsabilidad de la víctima en el accidente, el hospital envía la factura de los gastos sanitarios al accidentado. Por si acaso.
“En los casos de accidentes de motos o ciclomotores, o cuando el conductor de un coche es el responsable o no hay tercero, el hospital podría llegar a reclamar los gastos médicos, aunque en la práctica tendrían sus reservas”, comenta Teresa Agustí, responsable de siniestros de Ribé Salat Bróker. Fuentes de la administración de un hospital madrileño reconocen que envían facturas a pacientes, aunque no insisten mucho en cobrarlas.
Si no tenía cobertura específica de conductor, el seguro pagará como mucho 9.360 euros, y el resto lo asumirá la sanidad pública. En caso de que no tuviera contratado ningún tipo de seguro, los gastos derivados del siniestro los asumirá el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).
Algunas compañías, como es el caso de Mutua Madrileña, se niegan a rebajar tanto las coberturas de seguro de auto como para llegar retirar el seguro de accidente del conductor. Tan solo en casos excepcionales llega a vender el seguro más básico. Por ejemplo, cuando un asegurado que va a vivir varios meses fuera de España y no va a utilizar su vehículo, por lo que quiere reducir al mínimo su factura.
Las corredurías de seguros, como la valenciana Elena Beser, inciden mucho a sus clientes sobre la necesidad de contratar la cobertura de conductor. "Algunos seguros pueden ser mucho más económicos que el resto del mercado, pero por algún motivo será, como por ejemplo en cubrir un límite muy pequeño en la asistencia sanitaria en caso de accidente de tráfico, por lo que no te cuesta nada invertir un poco de tu tiempo en asegurar tu tranquilidad", explican. "Ya lo dice el dicho 'lo barato, al final, sale caro”.
El alto coste de los seguros ‘low cost’
La competencia comercial entre aseguradoras ha sido feroz durante los años de la crisis. Su mejor mercado, los seguros de coches, han menguado una quinta parte en los últimos siete años.
Para intentar retener clientes y captar los de la competencia, ha habido una guerra de precios que se ha alargado durante años. La contrapartida del abaratamiento de las pólizas de automóviles ha sido el empeoramiento de las coberturas. Por una parte, la transición de seguros a todo riesgo hacia coberturas a terceros. Por otra, el progresivo ascenso de los seguros más básicos.
Los 537.000 coches que circulan si cobertura específica para el conductor (a los que se suman 750.000 motos y 720.000 ciclomotores), además de tener en el aire el pago de las facturas del hospital en caso de accidente, pueden tener otras consecuencias amargas.
En caso de que el conductor sin cobertura fallezca en el accidente, sus familiares no recibirán ningún tipo de indemnización (sí, los de los otros ocupantes del vehículo).
De acuerdo con un estudio elaborado por Rastreator, las aseguradoras garantizan un pago de entre 15.000 y 30.000 euros por fallecimiento, en caso de que el conductor contara con la cobertura de seguro de accidente. Este monto es similar al ofrecido en caso de invalidez permanente.
En estos casos, los seguros tienen una cobertura específica para los gastos médicos. Las coberturas más sencillas llegan a 3.000 euros, mientras que las más completan incluyen un año de gastos ilimitados. En caso de que el accidentado recurra a la sanidad privada, los límites serán muy estricto. Es frecuente que con coberturas sencillas, el coste de la rehabilitación quede fuera.Cuando se trata de la sanidad pública, si se sobrepasan los límites el hospital podría pasar la factura al paciente pero, en la práctica, no suele hacerlo.
Fuente de la noticia: Cinco Días