El 7% del parque móvil del país carece de póliza, algo que repercute no sólo a quien conduce sin seguro, sino a quienes sí pagan su póliza.

Según los últimos datos publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT), correspondientes a septiembre de 2014, el parque móvil global del conjunto del país ascendía a 31,02 millones de vehículos. Si se cruzan estos datos con los recogidos por el Consorcio de Compensación de Seguros en el Fichero Informativo de Vehículos Asegurados (FIVA), en el que, a finales del pasado año había 28,80 millones de automóviles, arroja una diferencia de 2,2 millones de automóviles que no tendrían ningún tipo de seguro.

No obstante, hay que aclarar que esto no significa que haya más de dos millones de vehículos circulando por las carreteras sin asegurar, puesto que la DGT recoge en sus estadísticas todos los automóviles matriculados. Por lo que aquí se incluyen vehículos que no necesitan seguro para su circulación, por el uso al que se destinan, coches que no se utilizan, y que no se han dado de baja, o vehículos que ya no circulan por España.

En este sentido, hay que recordar que circular sin seguro es una infracción que puede tener consecuencias graves. A la hora de contratar un seguro es recomendable utilizar un comparador para disponer de la oferta más económica.

En el caso de tener un siniestro y que el seguro no esté en orden, el conductor deberá responder con su patrimonio ante todos los gastos. Dependiendo del accidente podría enfrentarse a penas de prisión si hay personas heridas o fallecidas.

Consecuencias de circular sin seguro

En el caso de declararse insolvente, el Consorcio de Compensación de Seguros será quien deberá hacerse cargo del pago de los daños y de la asistencia sanitaria de las víctimas. Para hacer frente a esta situación, las aseguradoras destinan el 2% del coste de todas las primas suscritas por vehículos a un fondo gestionado por el Consorcio. De esta forma, los conductores que pagan su seguro costean indirectamente los daños que provocan quienes circulan sin asegurar. En 2014, el Consorcio dedicó 27,4 millones de euros a cubrir los 10.774 siniestros que ocasionaron estos coches no asegurados.

Por otro lado, hay que recordar que el conductor de un coche sin seguro se expone a multas de entre 600 y 3.000 euros. El importe de la sanción dependerá de diferentes circunstancias. La mitad de lo recaudado en multas por este tipo de infracción se entrega al Consorcio para compensar parte de las indemnizaciones que haya tenido que satisfacer con motivo de los siniestros registrados por vehículos sin seguro.

Otra de las consecuencias de circular sin seguro es la inmovilización del vehículo. Lo normal es que se requise el coche durante un mes o tres meses, si se trata de una acción reiterada. Además, el propietario del automóvil deberá hacerse cargo de los gastos originados por ese depósito o precinto, para cuyo levantamiento se deberá demostrar que se dispone del seguro correspondiente y abonar los gastos. Si la persona no pagase el depósito, se le puede requisar el vehículo hasta por un año y el propietario no podrá conducir ningún otro coche por el territorio nacional durante ese tiempo.

Si se circula alguna vez, aunque sea con muy poca frecuencia, o el vehículo va a estar aparcado en la vía pública, debe tener el seguro obligatorio.

Así que para cumplir con la ley y evitar todo este tipo de situaciones incómodas, es necesario contratar un seguro de coche que se ajuste a las necesidades personales al mejor precio.

Fuente de la noticia: Expansión