Presentaciones, colaboraciones, publicaciones y jornadas en Colegios de Mediadores profesionales han concluido que la situación de los mediadores pasaba por una de sus peores crisis profesionales. La bancaseguro, sin traba legislativa alguna, ha hecho al sector mediador perder cartera de clientes y ha obligado a ir bajando las primas de manera consecutiva, muchas compañías se han hecho con el control directo de sus corredurías, cortando así con la gestión independiente, y muchas organizaciones financieras han buscado aquí también su trozo del pastel.
Pero la realidad nos dice que esta situación, además, ha traído consigo un nuevo modelo de negocio: mientras que hace algunos años la contratación de algunos riesgos se hacía a través de mediadores, habiendo ahora sido sustituidos por otros canales; en la actualidad contemplamos una nueva situación y una nueva sociedad para la que comienzan a surgir nuevos problemas que requieren la atención de expertos, de su conocimiento del riesgo y de su capacidad de asesoramiento.
No podemos esperar que los Colegios de Mediadores se conviertan en los salvadores de cada negocio particular, es cada corredor en particular el que debe regenerarse y transformarse para adaptarse a estas nuevas necesidades de la sociedad que constituyen, sin más, nuevas oportunidades de negocio.